LOS CUIDADOS EN EL ÁMBITO ORGANIZATIVO (II)

 



Artículo original publicado en catalán el 16/07/2023

Hace meses comencé a escribir esta reflexión, la cual titulé “una mirada hacia el respeto de las personas trabajadoras”. Hoy, meses después, creo que la idea a la que pretendía dar forma también es parte de lo que podemos entender por “cuidar a las personas trabajadoras en las organizaciones”, especialmente en aquellas basadas en modelos organizativos participativos.

Comenzaba la reflexión preguntándome: ¿cuál debería ser la implicación de las personas en modelos organizacionales que promueven la participación, la construcción colectiva, modelos en los que se busca el empoderamiento y la participación de las personas trabajadoras? ¿Deben las personas trabajadoras estar siempre implicadas de forma activa? ¿Con ganas de participar, con ganas de construir? ¿Y qué pasa si no es así?

Para responder a esto, parto de que las personas debemos entendernos desde el respeto. Habitualmente, cuando hablamos de respeto, lo asociamos a entender, a comprender cómo es el otro, a aceptar la diversidad de personas, de intereses, de costumbres, de gustos... Lo asociamos a la forma en que nos relacionamos con el otro: lo que decimos, cómo lo decimos, el lenguaje no verbal que empleamos... y implica a la vez un reconocimiento positivo hacia la intersubjetividad del otro.

Hoy, sin embargo, propongo entender el respeto hacia las personas y los equipos desde una perspectiva algo diferente:

Esta perspectiva es el respeto por el momento que vivimos las personas, y este momento puede ser tanto el momento vital como el momento profesional. A medida que pasan los años y acumulamos vivencias y experiencias, nos damos cuenta de que cada uno de nosotros, y las personas de nuestro entorno, estamos viviendo momentos diferentes, y por lo tanto, lo que deberíamos esperar de las personas trabajadoras en las organizaciones también debería reconocer y respetar los diferentes momentos que estas están viviendo.

Estos momentos pueden tener una temporalidad muy variable: puede ser de uno o varios días concretos, de semanas, de meses e incluso de años. Y esta variabilidad del momento que vivimos puede venir dada por muchos motivos, tanto propios como externos a nosotros mismos.

Ser conscientes de que todos y todas vivimos diferentes momentos a lo largo de la vida, reconociéndolos, acompañándolos y respetándolos, probablemente también debería ser parte de la perspectiva que las organizaciones que deseen poner el cuidado de las personas trabajadoras en un plano relevante deberían tener presente.

Así que, ante la pregunta de si las personas trabajadoras deberían estar siempre implicadas de forma activa en modelos organizativos participativos, respondería que se debería reconocer que la participación, implicación, actitud activa... puede ser variable a lo largo de la vida profesional. Y las organizaciones deberán integrarlo y tenerlo presente desde la conciencia, la comprensión y el respeto; en resumen, cuidando a las personas trabajadoras.

Con esta reflexión pretendo complementar lo que publiqué hace un año aquí mismo, “Los cuidados en el ámbito organizativo”.

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